Hoy os traigo el desayuno: unas magdalenas de naranja caseras tan esponjosas y aromáticas que no podréis resistiros a mojarlas en el café con leche. Son de esas recetas tradicionales que siempre apetece tener a mano, perfectas para preparar en casa con ingredientes sencillos y ese inconfundible sabor a repostería casera.
Para intensificar el sabor a naranja, en esta receta utilizamos la fruta entera, con piel incluida. Solo necesitas media naranja, bien lavada, que se tritura directamente con los huevos y el azúcar. Ese gesto tan simple marca la diferencia, aportando no solo sabor, sino también un toque cítrico más profundo y natural.
Estas magdalenas de naranja caseras salen con copete, quedan muy suaves por dentro y se pueden personalizar fácilmente. Yo hice la mitad con una cucharadita de crema de cacao y quedaron espectaculares. Si te gusta el contraste entre cítrico y chocolate, ¡te va a encantar probar esta versión!
¿Sabías que…?
La piel de la naranja concentra una gran cantidad de aceites esenciales y compuestos aromáticos que intensifican el sabor. Al triturarla con la pulpa, obtenemos una mezcla mucho más fragante que usando solo el zumo o la ralladura.
Beneficios nutricionales
- Rica en vitamina C: la naranja refuerza el sistema inmunológico y ayuda a absorber el hierro.
- Aceites esenciales naturales: la piel aporta antioxidantes y aroma sin necesidad de saborizantes artificiales.
- Sin lácteos ni mantequilla: gracias al uso de aceite de girasol, son más ligeras y fáciles de digerir.
- Energía para empezar el día: los huevos y el azúcar proporcionan un aporte rápido de energía.
- Fáciles de adaptar: puedes reducir el azúcar o añadir cacao, frutos secos o chips de chocolate para personalizarlas.
Ingredientes
- ½ naranja (con piel, bien lavada y troceada)
- 4 huevos
- 160 g de azúcar
- 200 g de aceite de girasol
- 220 g de harina de repostería
- 16 g de levadura química (1 sobre)
- 1 pizca de sal
- Opcional: crema de cacao o azúcar para espolvorear
(Con esta cantidad salen unas 16 magdalenas)
Elaboración
- Introduce en el procesador de alimentos la media naranja troceada, los huevos y el azúcar. Tritura durante 2 minutos a velocidad media (vel. 4), hasta obtener una mezcla homogénea.
- Vierte esta mezcla en un bol amplio. Añade el aceite y bate con varillas durante 3 minutos a velocidad media, preferiblemente a 37 ºC si tu robot lo permite.
- Incorpora la harina tamizada, la levadura química y la sal. Mezcla durante unos 50 segundos a velocidad media-alta (vel. 6), sin sobrebatir.
- Rellena los moldes de magdalenas hasta ¾ de su capacidad. Deja reposar la masa ya vertida en los moldes durante 20 minutos a temperatura ambiente.
- Mientras tanto, precalienta el horno a 200 ºC con calor arriba y abajo. Justo antes de hornear, puedes espolvorear un poco de azúcar por encima o añadir una cucharadita de crema de cacao y remover con una brocheta.
- Introduce las magdalenas en el horno, baja la temperatura a 160 ºC y hornea durante unos 12 minutos, sin abrir la puerta del horno. El tiempo puede variar según tu horno.
- Una vez doradas y bien subidas, sácalas y déjalas enfriar sobre una rejilla antes de servir.