Pizza nero di sepia con pesto

Pizza nero di sepia con pesto. Llamativa, diferente y con un sabor profundo. Esta pizza nero di sepia con pesto rojo es la opción perfecta cuando buscas sorprender, jugar con colores y salirte de lo convencional. La tinta de calamar no solo tiñe la masa con ese tono oscuro tan elegante, sino que le aporta un matiz marino muy sutil que combina de maravilla con ingredientes intensos y contrastes mediterráneos.

El pesto rojo, elaborado con tomates secos, frutos secos y parmesano, es el compañero ideal para esta base. Es untuoso, aromático y realza el sabor de cada ingrediente sin restar protagonismo al conjunto. Puedes personalizar la pizza con lo que más te guste: burrata, anchoas, aceitunas, alcaparras o incluso un toque de rúcula fresca para dar equilibrio y frescor.

Haz la masa casera con antelación y congélala si quieres tenerla lista para una ocasión especial. Solo con ver su color y oler ese aroma al salir del horno, sabrás que esta no es una pizza cualquiera. Es una experiencia.

¿Sabías que…?

La tinta de calamar, además de dar ese color tan característico a la masa, contiene melanina, un pigmento con propiedades antioxidantes. También es fuente de yodo y hierro, minerales que ayudan al buen funcionamiento del metabolismo y la oxigenación celular. Una forma de añadir un toque gourmet… y saludable.

Beneficios nutricionales

Fuente de proteínas magras: gracias a los gambones, ideales para una dieta equilibrada.
Rica en antioxidantes: el tomate cherry y el pesto rojo aportan compuestos protectores como el licopeno.
Grasas saludables: presentes en el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos del pesto.
Rica en minerales marinos: la tinta de calamar es fuente de hierro, yodo y otros oligoelementos.
Aporte energético equilibrado: los cereales (harina y sémola) ofrecen carbohidratos de absorción moderada.

Ingredientes

Para una pizza mediana

Masa

150 g de harina de fuerza
75 g de harina de trigo
25 g de sémola de trigo
130 ml de agua tibia
5 g de levadura fresca
8 g de sal
13 g de aceite de oliva virgen extra
2 bolsitas de tinta de calamar

Topping

Pesto rojo
Tomates cherry al gusto
5 o 6 gambones crudos (o gambas)
Queso parmesano rallado al gusto
Rúcula fresca al gusto

Elaboración

Disuelve la tinta de calamar en el agua tibia y remueve bien con una cucharilla. Añade la levadura fresca desmenuzada y mezcla hasta que esté completamente disuelta. En el bol del robot (o en un bol amplio si lo haces a mano), incorpora esta mezcla líquida y añade por este orden: las harinas, la sémola, el aceite y la sal. Amasa durante unos 8 minutos hasta obtener una masa suave y elástica. Si lo haces a mano, puedes ayudarte de una rasqueta y trabajar sobre la encimera ligeramente enharinada.
Tapa la masa con un paño limpio y deja fermentar en un lugar cálido durante al menos 1 hora, hasta que doble su tamaño. Mientras tanto, prepara el pesto rojo si no lo tienes hecho. Puedes elaborarlo en un procesador de alimentos con cuchillas o batidora, según tu receta preferida aquí te dejo la mía que no falla.
Una vez que la masa haya fermentado, estírala con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada dándole forma redonda. Deja los bordes algo más gruesos y coloca la base sobre una bandeja con papel de horno o en un molde especial para pizza.
Extiende una capa generosa de pesto rojo sobre toda la superficie, sin olvidarte de llegar a los bordes. Ralla un poco de parmesano por encima, reparte los tomates cherry cortados por la mitad y añade los gambones crudos abiertos en dos.
Hornea la pizza durante 12-15 minutos a 190 °C con calor arriba y abajo, sin ventilador, hasta que la masa esté bien cocida y los bordes dorados. Al sacarla del horno, añade la rúcula fresca justo antes de servir para darle ese contraste de sabor y frescura.