Las albóndigas en salsa española son un plato icónico de nuestra gastronomía, perfecto para disfrutar en familia o sorprender a tus invitados. Esta receta destaca por sus sabores profundos y su salsa aterciopelada, cargada de tradición y sencillez. A diferencia de otras variantes de albóndigas, la salsa española se caracteriza por el uso de vino tinto, brandy y un sofrito bien elaborado que concentra el sabor de las verduras.
¿Sabías que…?
La salsa española tiene sus raíces en la cocina clásica francesa, donde era conocida como “sauce espagnole” dentro del repertorio de las salsas madre. Con el tiempo, esta base se adaptó a los ingredientes y técnicas locales de la península ibérica, convirtiéndose en un elemento esencial en muchos platos tradicionales.
Beneficios Nutricionales
Este plato, además de delicioso, ofrece una combinación interesante de nutrientes:
- Proteínas de calidad: la carne de las albóndigas proporciona aminoácidos esenciales.
- Fibra y vitaminas: las verduras de la salsa (cebolla, zanahoria y puerro) aportan fibra, vitaminas del grupo B y antioxidantes.
- Minerales: el caldo de carne y el tomate son una fuente de minerales esenciales como el potasio.
- Energía saludable: la combinación de proteínas, grasas controladas y vegetales convierte a estas albóndigas en una comida completa y nutritiva.
Ingredientes
Para las albóndigas:
- 600 g de carne picada
- 2 dientes de ajo picados
- 1 rebanada de pan de molde
- Leche (la suficiente para remojar el pan)
- 2 huevos
- Sal y pimienta negra
Para la salsa:
- 1 cebolla mediana
- ½ puerro
- 1 diente de ajo
- 1 zanahoria
- 40 g de tomate concentrado
- 75 ml de brandy
- 150 ml de vino tinto
- 30 g de mantequilla
- 30 g de harina
- 500 ml de caldo de carne
- 1 tomate maduro rallado
- Sal y pimienta negra
Elaboración
- Pica finamente la cebolla, el puerro, el diente de ajo y la zanahoria. En una cazuela amplia, vierte un buen chorro de aceite de oliva y añade las verduras junto con una pizca de sal. Cocina a fuego medio-bajo, removiendo de vez en cuando, hasta que estén bien pochadas, tiernas y ligeramente doradas. Esto puede tardar unos 10-15 minutos.
- Añade el tomate rallado y el concentrado de tomate. Remueve bien y cocina durante 5 minutos, permitiendo que se integren los sabores y el tomate pierda su acidez.
- Sube el fuego y vierte el brandy y el vino tinto. Cocina hasta que los líquidos reduzcan casi por completo, lo que concentrará los aromas y eliminará el alcohol. Esto llevará aproximadamente 5 minutos.
- Incorpora el caldo de carne, mezcla bien y cocina a fuego medio durante 15 o 20 minutos, dejando que la salsa reduzca y espese ligeramente.
- Mientras tanto, prepara las albóndigas. En un bol amplio, mezcla la carne picada con los dientes de ajo finamente picados. Remoja el pan en leche durante unos segundos, escúrrelo bien presionándolo ligeramente con las manos y añádelo a la mezcla de carne.
- Incorpora los dos huevos, una pizca generosa de sal y pimienta negra recién molida. Mezcla todo con las manos o con una cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea.
- Forma bolitas del tamaño deseado, procurando que sean uniformes para una cocción pareja. Pásalas ligeramente por harina, sacudiendo el exceso.
- Calienta una sartén con abundante aceite y fríe las albóndigas en tandas, dorándolas por todos los lados. No es necesario que se cocinen completamente por dentro, ya que terminarán de hacerse en la salsa. Retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Tritura la salsa con una batidora de mano o en una licuadora hasta obtener una textura suave y homogénea.
- En la misma cazuela donde hiciste la salsa, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la harina y remueve constantemente durante unos 3 minutos para que pierda su sabor crudo.
- Vierte la salsa triturada poco a poco mientras sigues removiendo para evitar grumos. Cocina a fuego medio hasta que espese ligeramente y tenga una textura aterciopelada.
- Incorpora las albóndigas a la salsa, mezclando con suavidad para que queden bien cubiertas. Tapa la cazuela y deja cocinar a fuego lento durante 10 minutos para que se integren los sabores.
- Sirve bien caliente y acompaña con arroz blanco, puré de patatas o simplemente una buena barra de pan para disfrutar al máximo de la salsa.
Las albóndigas en salsa española son un ejemplo perfecto de cómo la tradición culinaria puede convertirse en un festín para los sentidos. Esta receta no solo es deliciosa, sino que también tiene el poder de evocar recuerdos y unir a quienes se sientan a la mesa. ¡Prepárala y disfruta de su magia!
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