Tarta banoffee

La tarta banoffee es un postre británico que nació en los años 70 en un restaurante de Sussex llamado The Hungry Monk. Su nombre proviene de la combinación de las palabras banana y toffee, sus dos ingredientes protagonistas. Esta deliciosa tarta sin horno tiene una base crujiente de galleta, un relleno cremoso y dulce de salsa de toffee con plátano y una capa de nata montada ligera y esponjosa que corona el conjunto.

La receta original lleva dulce de leche casero o toffee, pero si no tienes tiempo o simplemente no te apetece hacerlo, puedes sustituirlo por dulce de leche comercial con muy buen resultado. Aun así, te animo a preparar la salsa toffee casera si puedes: el sabor es espectacular y marca la diferencia.

Esta es una tarta banoffee muy sencilla de hacer y no necesita horno, lo que la convierte en una opción perfecta para el verano o para quienes buscan un postre vistoso pero sin complicaciones. Eso sí, te recomiendo prepararla de un día para otro. Reposada está incluso mejor, porque los sabores se asientan y la textura mejora notablemente.

Si no eres fan del plátano, esta tarta no es para ti… pero no te preocupes, en el blog tienes muchas otras opciones dulces. Para los que sí amamos el plátano, esta tarta banoffee se convertirá en un básico. Vamos al lío.

¿Sabías que…?

La tarta banoffee se popularizó tanto en Reino Unido que llegó a aparecer en menús oficiales del Parlamento británico. Su fama se extendió rápidamente y hoy en día es uno de los postres más conocidos del país. Lo curioso es que, aunque ahora nos parece un clásico, fue una creación bastante moderna ideada por los chefs Nigel Mackenzie e Ian Dowding como una adaptación de un pastel americano fallido. El éxito fue inmediato y, desde entonces, ha sido replicada en todo el mundo con pequeñas variaciones.

Beneficios nutricionales

• Fuente de potasio natural: el plátano es rico en potasio, fundamental para el sistema nervioso y muscular.
• Energía rápida: gracias a los azúcares naturales del plátano y el toffee, esta tarta es ideal como postre energético.
• Aporta calcio: la nata y el queso crema (si se usa) contribuyen con calcio para mantener huesos y dientes sanos.
• Sin horno: al no requerir horneado, es ideal para dietas que evitan altas temperaturas por cuestiones digestivas o por comodidad.

Ingredientes

Para la base

• 270 g de galletas Lotus o María
• 130 g de mantequilla derretida

Para el relleno

• Salsa toffee casera (receta aquí) o dulce de leche
• 50 g de queso crema (opcional)
• 4 plátanos maduros pero firmes

Para la cobertura

• 250 ml de nata para montar (mín. 35% M.G.), muy fría
• 40 g de azúcar glas

Elaboración

1. Prepara la base. Coloca las galletas Lotus en un procesador de alimentos con cuchillas y tritura hasta que queden reducidas a migas finas. Derrite la mantequilla en el microondas y mézclala con las galletas trituradas hasta que se integren bien. Vierte la mezcla en un molde de tartaleta previamente engrasado y desmoldable y presiona con el dorso de una cuchara o con el fondo de un vaso para que quede compacta y lisa. Reserva en la nevera.
2. Haz el relleno. Prepara la salsa toffee casera (receta aquí) y deja que se enfríe. Si quieres que quede más cremosa y con un punto ácido, mézclala con el queso crema usando una espátula o varillas. Extiende una capa fina de esta mezcla sobre la base de galleta. Corta los plátanos en rodajas finas y reparte sobre la base hasta cubrir toda la superficie. Vierte el resto de la salsa por encima, asegurándote de que rellene todos los huecos y llegue bien a los bordes. Lleva de nuevo a la nevera.
3. Monta la cobertura. En un bol limpio y seco, bate la nata muy fría a velocidad media durante 2 minutos. Añade el azúcar glas tamizado y continúa batiendo 2 minutos más, vigilando bien para que no se corte ni se convierta en mantequilla. Cuando esté montada y firme, pásala a una manga pastelera con boquilla rizada y decora la superficie de la tarta con rosetones o flores. Guarda en la nevera hasta el día siguiente para que los sabores se asienten.