La temporada de calabazas ya ha empezado y, como cada año, mi huerto está lleno de ellas. Por eso hoy te traigo una receta sencilla, ligera y deliciosa: lasaña de calabaza. En lugar de las clásicas láminas de pasta, utilizamos finísimas láminas de calabaza que, al hornearse, quedan tiernas y ligeramente dulces, creando un contraste maravilloso con el jamón cocido y el queso fundido.
Esta versión más saludable y sin harina es perfecta tanto para una comida ligera como para una cena reconfortante. Además, si cortas la calabaza muy, muy fina ,este es el truco clave, conseguirás una textura delicada, como si realmente estuvieras comiendo una lasaña tradicional, pero mucho más ligera y nutritiva.
¿Sabías que…?
La calabaza es uno de los alimentos más versátiles del otoño. Además de su sabor suave y dulce, tiene un alto contenido en agua y fibra, lo que ayuda a mantener la saciedad durante más tiempo. En muchas culturas se considera un símbolo de abundancia y cosecha, y en gastronomía es un comodín ideal tanto para platos salados como dulces.
Beneficios nutricionales
- Baja en calorías y rica en fibra: ayuda a mantener una digestión saludable y una sensación de saciedad duradera.
- Rica en betacarotenos: antioxidante que contribuye a la salud de la piel y la vista.
- Buena fuente de potasio: favorece el equilibrio de líquidos y la función muscular.
- Aporte proteico del jamón o pavo: ideal para un plato completo y equilibrado.
- Queso bajo en grasa: aporta calcio y proteínas sin exceso de calorías.
Ingredientes
(Las cantidades dependerán del tamaño de tu fuente)
- Calabaza
- Jamón cocido o pavo
- Queso bajo en grasa
- Orégano
- Bolas de queso mozzarella
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración
- Prepara la calabaza: pela la calabaza y córtala en láminas muy, muy finas. Cuanto más finas sean, más tierna y jugosa quedará la lasaña. Puedes ayudarte de una mandolina para conseguir el grosor perfecto.
- Monta las capas: engrasa ligeramente una fuente de horno con aceite de oliva y coloca una primera capa de calabaza. Añade encima lonchas de jamón cocido o pavo y queso bajo en grasa. Repite las capas alternando calabaza, jamón y queso hasta llenar la fuente.
- Cubre y finaliza: termina con una capa de calabaza, añade por encima las bolas de mozzarella, un poco de queso rallado, una pizca de sal y orégano al gusto.
- Hornea: lleva al horno precalentado a 190 ºC durante unos 35 minutos. Si ves que la parte superior se dora demasiado rápido, cúbrela con papel de aluminio para que no se queme.
- Deja reposar unos minutos antes de servir: así las capas se asientan y podrás cortarla fácilmente sin que se desmonte.
Esta lasaña de calabaza es una opción deliciosa y saludable para aprovechar la verdura de temporada. Acompáñala con una ensalada fresca y tendrás un plato completo, colorido y lleno de sabor.