Los chilaquiles de patata son mi reinterpretación personal de un plato mexicano muy popular que tradicionalmente se prepara con totopos (tortillas de maíz fritas). En esta versión, he sustituido los totopos por patatas horneadas, y el resultado es sencillamente espectacular: una base crujiente y dorada que sostiene carne jugosa con tomate, queso gratinado y coronada con huevos fritos y un toque fresco de verduras y cilantro. Es un plato único, reconfortante y lleno de sabor, que combina lo mejor de la cocina casera con el espíritu festivo de México. Te aseguro que, una vez pruebes estos chilaquiles de patata, querrás repetir más de una vez.
¿Sabías que…?
El origen de los chilaquiles se remonta a la cocina azteca, donde se utilizaban tortillas endurecidas para aprovecharlas en guisos con salsa. Su nombre proviene del náhuatl chīlāquilitl, que significa “hierbas en salsa de chile”. La receta ha evolucionado mucho, y hoy en día existen versiones rojas, verdes, con pollo, con huevo o incluso con mariscos.
Beneficios nutricionales
- Aporte energético completo: las patatas horneadas y la carne aportan hidratos de carbono y proteínas.
- Rico en vitaminas y minerales: el tomate, los rabanitos y el cilantro suman antioxidantes y vitamina C.
- Proteínas de calidad: el huevo y el queso completan el perfil proteico del plato.
- Cocinado más saludable: las patatas se hornean en lugar de freírse, reduciendo la cantidad de grasa.
Ingredientes
- 250 g de carne picada
- 1 cdta. de pimentón picante
- 150 ml de tomate frito
- 2-3 huevos fritos
- 100 g de queso para gratinar
- Cilantro fresco
- 3-4 rabanitos
- 1 tomate
- 4 patatas medianas
- 1 cebolla en juliana
- Aceite de oliva
- Sal
Elaboración
- Lava y corta las patatas en rodajas finas. Espolvorea con pimentón picante, un chorrito de aceite de oliva y sal. Colócalas extendidas en una bandeja de horno y hornea a 190 °C durante 20-25 minutos, hasta que estén doradas y crujientes.
- Mientras, pocha la cebolla en juliana con un poco de aceite y sal. Cuando esté blanda y ligeramente caramelizada, añade la carne picada y cocina hasta que pierda el color crudo. Incorpora el tomate frito y mezcla bien.
- Retira las patatas del horno y pásalas a una fuente honda apta para hornear. Cubre con la carne en salsa, añade el queso y gratina durante 3 minutos o hasta que el queso se funda y se dore ligeramente.
- Mientras tanto, corta el tomate en cubitos, los rabanitos en rodajas finas y pica el cilantro fresco. Fríe los huevos a tu gusto.
- Saca la fuente del horno, coloca los huevos fritos sobre la carne, reparte el tomate, los rabanitos y el cilantro por encima y sirve caliente.