Cuando empieza a apretar el calor, una de las mejores formas de hidratarse y cuidarse al mismo tiempo es con un buen batido verde. Este batido verde detox de plátano, kiwi y espinacas es ideal para el desayuno o una merienda saludable. Tiene un sabor dulce natural gracias al plátano y los dátiles, pero también ese punto fresco que le dan el kiwi y la piña.
Me gusta tener siempre fruta congelada lista en el congelador. Es una forma práctica de evitar desperdicio y tener a mano ingredientes perfectos para batidos como este. Además, al estar congelada, no hace falta añadir hielo, consiguiendo una textura más espesa y cremosa que se disfruta muchísimo más.
Puedes personalizar este batido verde detox fácilmente. Si lo quieres aún más refrescante, añade medio pepino o un poco de menta. Es una receta que admite variaciones según la temporada, y que siempre sienta bien.
¿Sabías que…?
Congelar fruta antes de que se estropee es una excelente manera de reducir el desperdicio alimentario. Además, la fruta congelada conserva gran parte de sus nutrientes, especialmente la vitamina C, y permite preparar batidos fríos sin necesidad de hielo.
Beneficios nutricionales
- Fuente de hierro vegetal: las espinacas son ricas en hierro y clorofila, esenciales para la oxigenación de la sangre.
- Energía natural: el plátano y los dátiles aportan azúcares naturales, perfectos para arrancar el día sin bajones.
- Rico en fibra: ayuda a la digestión y favorece una buena salud intestinal.
- Antioxidantes naturales: el kiwi y la piña son ricos en vitamina C, que refuerza el sistema inmunitario.
- Hidratación saludable: al llevar agua en lugar de leche, es más ligero y ayuda a mantenernos hidratados en días calurosos.
Ingredientes
- 1 plátano congelado
- 140 g de espinacas frescas, lavadas
- 2 kiwis
- 100 g de piña
- 2 dátiles (sin hueso)
- 1 vaso de agua (aproximadamente 200 ml)
Elaboración
- Introduce todos los ingredientes en el vaso de la batidora: el plátano congelado, las espinacas, los kiwis pelados, la piña troceada, los dátiles y el agua.
- Tritura durante 30-40 segundos o hasta obtener una textura homogénea y cremosa. Si lo prefieres más líquido, añade un poco más de agua.
- Sirve inmediatamente, bien frío.