El arroz perfecto para acompañar currys, carnes y platos salteados.
El arroz basmati es uno de esos ingredientes que transforman cualquier plato sencillo en algo especial. Su aroma, su textura suelta y su sabor delicado lo convierten en el acompañamiento perfecto para recetas con salsa, currys especiados o incluso un arroz tres delicias. Preparar un buen arroz basmati de guarnición no tiene ningún misterio, solo hay que seguir unos pasos clave para que quede suelto y en su punto.
Esta receta de arroz basmati de guarnición es perfecta para tener siempre a mano. Es sencilla, rápida y muy versátil. Lo puedes servir tal cual con un poco de sal, o saltearlo después con ajo y perejil para darle un toque más sabroso, ideal si lo vas a combinar con huevos fritos o platos sin salsa.
Además, el arroz basmati es una excelente opción si buscas cuidar tu alimentación sin renunciar al sabor. Te cuento dos formas de prepararlo: cocción en abundante agua (como pasta) o cocción por absorción al estilo tradicional de la India.
¿Sabías que…?
El arroz basmati proviene del norte de la India y Pakistán, y su nombre significa literalmente “fragante”. Su característico aroma a nuez se debe a un compuesto natural llamado 2-acetil-1-pirrolina, el mismo que se encuentra en el pan recién horneado. Además, es uno de los pocos arroces que aumenta principalmente a lo largo, no a lo ancho, al cocerse.
Beneficios nutricionales
Índice glucémico más bajo que otros arroces: ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre.
Fuente de carbohidratos complejos: aporta energía sostenida sin picos de insulina.
Libre de gluten: apto para personas celíacas o con intolerancia.
Fácil de digerir: su textura ligera lo hace ideal para estómagos sensibles.
Versátil y ligero: perfecto para platos equilibrados sin sobrecargar.
Ingredientes
- 160 g de arroz basmati
- Para cocer como pasta: 2 litros de agua
- Para cocción por absorción: 320 ml de agua (2 partes de agua por 1 de arroz)
- Sal al gusto
- 2 dientes de ajo (opcional, para saltear)
- 1 cucharada de perejil fresco (opcional)
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra (opcional)
Elaboración
Opción 1 – Cocción como pasta (más sencilla y segura)
- Lavar el arroz: coloca el arroz en un colador y lávalo con agua fría hasta que el agua salga transparente.
- Hervir: pon a hervir los 2 litros de agua con sal. Añade el arroz y cuece durante 10 minutos o hasta que esté tierno pero firme.
- Escurrir: cuela el arroz y deja reposar unos minutos antes de servirlo.
Opción 2 – Cocción por absorción (más tradicional)
- Lavar el arroz: igual que en la opción anterior.
- Medir el agua: usa una proporción de 2 partes de agua por 1 de arroz. Para 160 g de arroz, unos 320 ml de agua.
- Cocer tapado: pon el arroz, el agua y sal en una cazuela. Lleva a ebullición, tapa, baja el fuego al mínimo y cocina 10-12 minutos sin destapar. Reposa 5 minutos fuera del fuego con la tapa puesta. Separa los granos con un tenedor antes de servir.
Notas de la receta
- Si quieres potenciar su sabor, prueba esta versión: pica finamente un diente de ajo y sofríelo con una cucharada de aceite de oliva en una sartén. Añade una cucharada de perejil picado y, cuando el ajo esté dorado, incorpora el arroz cocido. Remueve constantemente para que tome el sabor y se suelte aún más.
- La cantidad por ración recomendada es de 80 a 100 g de arroz crudo por persona.
- Puedes añadir especias como cúrcuma, comino o cardamomo en el agua de cocción para darle un giro aromático muy interesante.