El Aceite de Albahaca es uno de esos básicos de cocina que marcan la diferencia entre un plato correcto y uno realmente especial. Su color verde vibrante, su aroma fresco y su sabor limpio lo convierten en un fondo de despensa imprescindible para aportar un toque “chef” sin complicarte la vida. Este Aceite de Albahaca es perfecto para terminar ensaladas, cremas frías, pastas, verduras a la plancha, pescados o incluso un simple tomate laminado.
Además, este Aceite de Albahaca tiene un truco técnico muy sencillo pero efectivo: escaldar la hierba unos segundos antes de triturarla. De esta manera fija la clorofila y mantiene ese verde intenso tan característico de las cocinas profesionales. Y un detalle importante: no necesitas usar aceite de oliva, porque aquí no vamos a cocinar nada. Al ser un aceite aromatizado en frío, funciona mejor un aceite neutro que deje todo el protagonismo a la albahaca.
¿Sabías que…?
Escaldar la albahaca durante unos segundos antes de triturarla fija la clorofila, evita que oxide y mantiene ese verde intenso que ves en los restaurantes. El truco funciona igual con otras hierbas como perejil, cilantro, cebollino o menta.
Beneficios nutricionales
Rico en antioxidantes: la albahaca aporta compuestos que ayudan a proteger frente al estrés oxidativo.
Sabor intenso con pocas calorías: una pequeña cantidad potencia platos sin añadir pesadez.
Fuente de grasas saludables: el aceite base aporta grasas insaturadas beneficiosas para el organismo.
Aromas naturales sin aditivos: un condimento puro elaborado solo con ingredientes frescos.
Ingredientes
- 40 g de albahaca fresca
- 170 g de aceite de girasol (o cualquier aceite neutro; no hace falta aceite de oliva porque no se cocina)
Elaboración
- Escalda la albahaca sumergiéndola en agua hirviendo durante 5 segundos, lo justo para fijar el color sin cocinarla.
- Corta la cocción rápidamente pasándola a un bol con agua y hielo. Este choque térmico es clave para mantener el verde brillante.
- Tritura la albahaca junto con el aceite durante 3 minutos hasta obtener un tono homogéneo. Si tienes Thermomix, el triturado quedará aún más fino.
- Cuela la mezcla usando un filtro de café, una estameña o una tela fina para conseguir un aceite totalmente sedoso.
- Guarda tu aceite en un frasco limpio y utilízalo para decorar cremas, realzar ensaladas, acompañar pastas o dar vida a cualquier plato.