Este guiso combina la suavidad del pollo con la cremosidad de la leche de coco y el toque especial de los tomates secos. Ideal para una comida reconfortante, es un plato versátil que puede acompañarse con arroz, patatas o una guarnición ligera. La mezcla de ingredientes proporciona un balance perfecto entre proteínas, grasas saludables y vegetales, haciendo de esta receta una opción nutritiva y deliciosa.
Beneficios Nutricionales
Contramuslos de pollo:
- Fuente de proteínas de alta calidad que favorecen la reparación muscular y la producción de energía.
- Contienen vitaminas del grupo B, esenciales para el metabolismo energético.
Espinacas:
- Altas en hierro no hemo y vitamina C, importantes para la producción de glóbulos rojos y el sistema inmunológico.
- Ricas en antioxidantes como luteína, beneficiosa para la salud ocular.
Leche de coco:
- Proporciona grasas saludables, especialmente triglicéridos de cadena media (MCT), que son una fuente rápida de energía.
- Aporta un sabor exótico y cremoso sin necesidad de productos lácteos.
Tomates secos:
- Concentrados en licopeno, un antioxidante que protege contra el daño celular.
- Altos en sabor, añaden profundidad al plato sin la necesidad de especias adicionales.
Ingredientes (para 4 personas)
- 4-6 contramuslos de pollo (deshuesados y sin piel)
- 100 g de espinacas frescas
- 300 ml de leche de coco
- 4 tomates secos en aceite (picados)
- 1 cebolla (en juliana fina)
- 1 diente de ajo (picado finamente)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra al gusto
- 1/2 vaso de vino blanco
- 120 g de queso parmesano rallado
Elaboración
- Corta los contramuslos de pollo a la mitad, salpimienta al gusto y reserva.
- Calienta aceite de oliva en una cazuela baja a fuego alto. Dora los contramuslos por ambos lados y reserva dentro de la cazuela.
- Añade la cebolla y el ajo al pollo. Reduce el fuego a medio-bajo y cocina todo junto durante 10 minutos, removiendo ocasionalmente.
- Incorpora los tomates secos picados y mezcla bien.
- Escalda las espinacas en agua hirviendo durante dos minutos, escúrrelas y añádelas a la cazuela. Remueve para integrar.
- Vierte el vino blanco y sube el fuego para evaporar el alcohol, cocinando por 2-3 minutos.
- Añade la leche de coco, remueve bien, tapa la cazuela y cocina a fuego suave durante 20 minutos.
- Pasado el tiempo de cocción, ajusta la sazón si es necesario. Sirve caliente con queso parmesano espolvoreado por encima.
Notas
- Acompaña este plato con arroz basmati o integral para una combinación equilibrada de carbohidratos y proteínas.
- Para una versión más ligera, sustituye parte de la leche de coco por caldo de pollo.
- Si prefieres un toque picante, agrega una pizca de chile en polvo o copos de chile al sofrito.
- Este guiso mejora con el reposo, así que puedes prepararlo con antelación y recalentarlo antes de servir.
Un plato nutritivo, reconfortante y lleno de sabor que encantará a toda la familia.
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