De pequeña era muy mala comedora, nunca quería comer nada y mi madre se desquiciaba conmigo. Pero siempre hay una receta “de mamá” que nos conquista, esa que te devuelve a casa con solo olerla. En mi caso, eran estas pechugas de pollo a la crema de champiñones y tomate que las he bautizado con pechugas en salsa de mamá.
Llevaba tiempo sin hacerla y casi la tenía olvidada, hasta que el otro día se me vino ese sabor tan familiar a la memoria. Fue ponerme a cocinarla y automáticamente viajar en el tiempo, a esa cocina donde mi madre me decía “aunque sea prueba un poquito”.
Hoy os comparto esta receta de pechugas en salsa de mamá que, sin ser nada complicada, guarda en cada bocado una historia. Porque no hay nada como la comida de mamá.
También os dejo un vídeo para elaborarla, ya veréis qué fácil es:
¿Sabías que…?
El champiñón es una de las setas más consumidas en el mundo, y su contenido en agua supera el 90%, lo que lo convierte en un ingrediente muy ligero y saludable. Además, es fuente natural de selenio, un antioxidante que protege nuestras células del estrés oxidativo.
Beneficios nutricionales
Fuente de proteínas magras: el pollo aporta proteínas de calidad ideales para la regeneración muscular.
Alto contenido en fibra: los champiñones contribuyen al buen tránsito intestinal.
Rico en antioxidantes: el tomate y el ajo contienen compuestos que refuerzan el sistema inmunológico.
Opción adaptable: puede elaborarse sin lactosa usando nata vegetal o sin lactosa.
Ingredientes
- 2 pechugas de pollo fileteadas
- 200 g de salsa de tomate
- 120 g de champiñones laminados
- Sal al gusto
- Pimienta blanca al gusto
- 40 g de aceite de oliva
- 60 g de nata para cocinar
- 2 ajos laminados
- Laurel en polvo
Elaboración
- Limpia y filetea las pechugas de pollo si no lo están ya. Salpimienta al gusto.
- En una sartén amplia con un chorrito de aceite, dora las pechugas a fuego medio-alto hasta que estén bien hechas por ambos lados. Retira y reserva en una fuente honda.
- En la misma sartén, añade un poco más de aceite si hace falta y saltea los ajos laminados durante 1-2 minutos, sin que se quemen.
- Incorpora los champiñones laminados y cocina durante unos 7-8 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que suelten el agua y empiecen a dorarse.
- Añade la nata, la cucharadita de polvo de laurel y cocina todo junto 2-3 minutos más para que se integren bien los sabores.
- Vierte la salsa de tomate, remueve y deja cocinar 1-2 minutos a fuego suave hasta que la salsa esté bien ligada.
- Cubre las pechugas con esta salsa caliente y sirve al momento.
Notas de la receta
- Si eres intolerante a la lactosa, puedes utilizar nata sin lactosa o vegetal.
- Para un resultado excepcional, utiliza salsa de tomate casera. Cambia totalmente el plato.
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