Altos en proteínas y listos en minutos
Si buscas una opción alta en proteínas, deliciosa y que te sirva tanto para desayuno como cena, estos gofres de pollo y queso son la solución. Una receta fácil, versátil y muy sabrosa que puedes preparar en pocos minutos con ingredientes que seguro ya tienes a mano. Esta versión salada de los clásicos gofres combina la jugosidad del pollo con el sabor intenso del queso, creando una textura crujiente por fuera y tierna por dentro.
Lo mejor es que se adapta a cualquier momento del día: acompáñalos con aguacate y tomate para un desayuno equilibrado, o sírvelos con una ensalada fresca para una cena ligera y completa. Además, si le sumas un chorrito de tu aceite casero de albahaca, como el que mostraste en uno de tus reels, el resultado es sencillamente espectacular. Una forma diferente de comer proteínas que, una vez que pruebes, repetirás más de una vez.
¿Sabías que…?
El pollo es una de las proteínas más digestivas y versátiles que existen. Además, al combinarlo con huevo y queso, se forma un perfil de aminoácidos completo, ideal para quienes hacen ejercicio o buscan una alimentación más equilibrada. Y si usas queso curado, también estarás incorporando probióticos naturales que benefician tu salud intestinal.

Beneficios Nutricionales
- Rico en proteínas completas: el pollo aporta proteínas magras esenciales para la reparación y mantenimiento muscular.
- Fuente de calcio y grasas saludables: el queso contribuye a una buena salud ósea y aporta energía sostenida.
- Saciantes y bajos en carbohidratos: perfectos para quienes buscan controlar su ingesta de hidratos sin renunciar al sabor.
- Versátiles y personalizables: puedes usar diferentes tipos de queso, añadir especias o incluso vegetales a la mezcla.
Ingredientes (para 2 gofres)
- 50 g de pollo cocido y desmenuzado
- 30 g de queso rallado (elige el que más te guste: mozzarella, cheddar, parmesano…)
- 1 huevo
Elaboración
- En un bol, mezcla el pollo desmenuzado, el queso rallado y el huevo. Remueve bien hasta obtener una masa homogénea. Puedes ayudarte de un tenedor o una espátula para que todos los ingredientes queden bien integrados.
- Calienta y engrasa ligeramente la gofrera (puede ser con spray antiadherente o unas gotas de aceite repartidas con una brocha).
- Vierte la mezcla en la gofrera, repartiendo bien para que cubra toda la superficie. Cierra y cocina durante unos minutos, hasta que los gofres estén dorados y crujientes por fuera.
- Retíralos con cuidado y sírvelos al momento. Para un extra de sabor, acompáñalos con rodajas de aguacate, tomate natural, una pizca de pimienta negra y un toque de aceite de albahaca casero.