El asadillo manchego es una receta típica de Castilla-La Mancha que destaca por su sencillez y su increíble sabor. Esta receta fácil, elaborado a base de pimientos rojos asados y tomates cocinados lentamente, es un acompañamiento ideal para carnes, pescados o simplemente con un buen pan. Su textura melosa y su sabor ligeramente dulce lo convierten en una receta imprescindible en cualquier cocina.
¿Sabías que…?
El asadillo manchego tiene sus raíces en la gastronomía rural de La Mancha, donde los ingredientes básicos como el pimiento y el tomate se convertían en platos contundentes y sabrosos. Tradicionalmente, se preparaba en las casas de labranza y se servía frío o templado, acompañado de pan casero y aceitunas.
Beneficios Nutricionales
- Rico en antioxidantes: los pimientos rojos y los tomates aportan licopeno y vitamina C, fundamentales para la salud celular.
- Bajo en calorías y grasas: ideal para una alimentación ligera y equilibrada.
- Fuente de fibra: favorece la digestión y ayuda a mantener una sensación de saciedad.
- Aceite de oliva saludable: aporta ácidos grasos esenciales beneficiosos para el corazón.

Ingredientes
- pimientos rojos grandes
- 500 g de tomates pelados
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de comino en polvo
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- 1 cucharada de azúcar
Elaboración
- Lava bien los pimientos rojos y colócalos en una bandeja de horno. Rocíalos con un poco de aceite de oliva y sal. Hornéalos a 200°C durante 30 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción para que se asen de manera uniforme. Una vez listos, retíralos y cúbrelos con papel de aluminio o colócalos en un recipiente tapado. Déjalos reposar unos 10-15 minutos; esto ayudará a que la piel se desprenda con facilidad.
- Mientras los pimientos se enfrían, prepara los tomates. Llena una olla con agua y llévala a ebullición. Haz un corte en cruz en la base de cada tomate y escáldalos en agua hirviendo durante 30 segundos. Retíralos y colócalos en un bol con agua fría para cortar la cocción. Pela los tomates con facilidad, trocéalos en dados pequeños y resérvalos.
- En una cazuela grande, añade un buen chorro de aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio. Pela y pica finamente los dientes de ajo. Sofríelos en el aceite caliente hasta que comiencen a dorarse ligeramente.
- Incorpora los tomates troceados junto con la sal, el azúcar y el comino en polvo. Remueve bien y cocina a fuego muy bajo durante 40-50 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que la mezcla se reduzca y adquiera una textura espesa.
- Mientras el tomate se cocina, pela los pimientos asados y retira las semillas. Córtalos en tiras finas y reserva el jugo que hayan soltado.
- Cuando el tomate esté bien reducido, añade las tiras de pimiento junto con su jugo y mezcla suavemente para que se integren los sabores. Cocina a fuego lento durante 30 minutos más, removiendo ocasionalmente hasta que el líquido casi desaparezca y el conjunto tenga una textura melosa.
- Retira del fuego y deja reposar unos minutos antes de servir. El asadillo manchego se puede disfrutar tanto templado como frío. Acompáñalo con carnes a la brasa, pescados o simplemente con pan y un buen boquerón encima para un bocado irresistible.
El asadillo manchego es una receta sencilla pero llena de tradición y sabor. Su combinación de pimientos asados y tomate cocinado lentamente lo convierte en un plato versátil y delicioso. Ideal para acompañar carnes, pescados o disfrutarlo solo con pan, este clásico manchego es una muestra perfecta de la riqueza gastronómica española.
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